Con esta entrada a nuestro blog comenzamos un repaso por las GEMAS, máxima expresión de la belleza y perfección de los sistemas cristalinos de los minerales. En una entrada anterior me he referido a grandes gemas de valor histórico que tuvieran que ver con España en alguna de sus etapas históricas: es el caso de la Espinela del "Príncipe Negro", que se encuentra en el frontal de la corona imperial inglesa y que antes perteneció a los sultanes de Granada.
Esta vez nos vamos a centrar en las GEMAS ESPAÑOLAS, gemas que pertenecen a nuestro tesoro, al de la Corona Española. Quizás muchos sepan que en España no hay una corona real física, como en Inglaterra, Francia, Portugal,etc. Ni siquiera hay una reproducción física en materiales nobles: sólo puede observarse la corona heráldica en los símbolos nacionales: escudo y corona de España. Sin embargo la hubo, pero eso lo contaré en otro capítulo. Aunque en España la elección de los reyes de los Reyes Católicos es por aclamación, es decir, no se necesita la coronación, una corona y un cetro siempre estaban presentes de forma simbólica.Hoy día en la proclamación de Felipe VI se empleó esta fórmula con la corona tumular de Isabel de Farnesio, última esposa de Felipe V (siglo XVIII).
Debido a los avatares históricos como la Guerra de la Independencia, robos, incendios, etc...muchas de las joyas se han perdido definitivamente o se encuentran en colecciones privadas. Sólo podemos hacernos una idea de estas gemas en los fabulosos retratos reales del Museo del Prado, el palacio de Liria, el Lázaro Galdiano, el palacio de los marqueses de Cerralbo.....
Sin embargo hoy día podemos deleitarnos con una corona real que ha sobrevivido hasta nuestros días, y no sólo una, sino dos: una grande y una pequeña......Aclaramos el misterio.....
Se trata de una corona de oro, diamantes y topacios, la única que como tal ha sobrevivido hasta nuestros días: es la corona de topacios de Isabel II. En el siglo XIX la reina Victoria de Inglaterra puso de moda las "coronitas", que se colocaban sobre el pelo trenzado y con un bonito tocado de época, como se ve en el retrato de nuestra reina. Entonces, Isabel II encargó esta corona que se montó con gran número de "topacios del Brasil", topacios imperiales de gran pureza y extremada belleza.
Curiosidades de la historia: el día que la llevaba puesta sufrió un atentado. Un individuo le clavó un cuchillo, con tan buena suerte que se quedó prendido entre las ballenas de su poderoso corsé y pudo salvar la vida. En agradecimiento, la reina Isabel II decidió donarle la corona que llevaba puesta ese mismo día a la
Virgen de Atocha. Como sobraban más topacios, la ofrenda se completó con una corona para el Niño Jesús de Atocha. Por tanto, dos coronas a juego. Abajo: fotografía de la corona de topacios del Niño Jesús de Atocha.
Al final el resultado del arreglo para la Virgen de Atocha quedó así, coronado por un espectacular crucifijo de topacios color ámbar:
Este maravilloso conjunto de joyería puede verse en la recién inaugurada
GALERÍA DE LAS COLECCIONES REALES, situado junto a la Catedral de la Almudena y al Palacio Real de Madrid.
Antes estaba expuesto en la Sala de la Armería del Palacio Real, pero ahora está ubicado allí. Pongo el enlace:
GALERIA DE LAS COLECCIONES REALES
https://www.galeriadelascoleccionesreales.es/
Pero en esta maravillosa exposición, además de unos espléndidos y didácticos fotomontajes, se pueden ver otras gemas, que quedan para próximas entradas.