Los trilobites son unos artrópodos primitivos y sumamente sofisticados. Surgieron en la explosión del Cámbrico hace más de 500 millones de años, en unos mares con enormes plataformas continentales. Al principio no tenían depredadores naturales y alcanzaban considerables tamaños, pero después fueron surgiendo cada vez más depredadores.
En el área que hoy llamamos el Bierzo, hace unos 415 millones de años, en un periodo posterior llamado Silúrico, los mares poco profundos eran el hogar de estos artrópodos y estaban adaptados a todo tipo de formas de vida.
Con el paso del tiempo y de las eras geológicas, los estratos donde se depositaron sus restos sufrieron diversos tipos de compresión y deformación.
Hay zonas de baja compresión donde los restos se conservan sin apenas deformación, con todo lujo de detalles. En estos mares vivían trilobites con pequeños ojos pedunculados, llamados Encrinúridos.
Forman parte del grupo de los Phacópidos, un grupo muy potente, y se caracterizan por los tubérculos del cefalón, colocados en varias hileras.. Este de arriba es un Cromus sp.
Otros de este mismo grupo eran más alargados, igualmente con filas de tubérculos en cuyo extremo parece que había pelos sensores. Es el caso de este Struszia sp:
Este grupo de Encrinúridos compartía el hábitat con otros trilobites llamados harpétidos, como este Lioharpes sp.
Aquí podemos ver un cefalón típicamente en forma de herradura, con borde glabelar amplio y aplanado. Poseían pequeños tubérculos (pueden verse en la imagen) y los ojos eran diminutos, casi imperceptibles.
La asociación se completa con un trilobites muy especial: era muy largo por su gran número de segmentos torácicos, recordando a una serpiente (largo y estrecho) y su cefalón (que se muestra abajo) está formado por una glabela compleja:
En otras zonas del silúrico berciano, las mismas capas han sido sometidas a una intensa compresión y metamorfismo. Aparece la misma asociación, pero el aspecto y el grado de conservación son muy diferentes:
Cefalón de un Encrinúrido (arriba)
Trilobites Harpes (Lioharpes venulosssus), arriba.
Cefalón de Crotalocephalus transiens (arriba).
Pero una completa fauna les acompañaba, formando parte de este complejo y rico fondo marino. Es el caso de los Crinoideos, cuyos tallos aparecen bien conservados:
También aparecen corales en su hábitat:
Y por último, aunque hay varios tipos biológicos más, están los braquiópodos:
Estos son tan sólo un ejemplo de lo que en esta zona hubo hace unos 400 millones de años en estos antiguos mares silúricos. Sus restos han quedado en la comarca del Bierzo y su entorno como testigos de aquéllos remotos tiempos.