Para todos aquellos que desconozcan la Costa Ártabra, es el espacio costero aproximado comprendido entre las Rías Altas gallegas de Cedeira y Ortigueira. a cuál más bella e interesante....y sobre todo poco conocidas en comparación con las Rías Bajas.
En esta singularísima costa se reúnen una serie de características que la hacen única y excepcional: para empezar tiene los acantilados más altos del centro y sur de Europa, tan sólo superados por algunos de los fiordos noruegos.
Se pueden observar estos altísimos acantilados desde la caseta de Vixía de Herbeira. Sin embargo la visita será corta porque habitualmente los vientos son lo más parecido a un huracán (sin exageración).
Desde este punto el vigía controlaba la azarosa vida de esta costa, plagada de naufragios, invasiones y fuertes tormentas....resguardado de los fortísimos vientos. Tanto es así que al mirar hacia el interior de la costa nos encontramos numerosos molinos eólicos.
Pero este punto es un excepcional mirador de la costa, que es dónde podemos observar las diferentes formaciónes geológicas, que son muchas y muy complejas. Se pueden resumir en el llamado Complejo de Cabo Ortegal, como se ve en esta imagen (zona verde).
Muchas de las rocas que aquí se encuentran son ofiolitas, procedentes del manto terrestre y sobre todo rocas que han sufrido un intenso metamorfismo como gneises. En algunos lugares hay restos de antiguas explotaciones de serpentinas, con fines ornamentales, como ésta:
Aquí se puede ver una Serpentinita típica, con su tono verde muy brillante y bandeado:
En numerosos puntos de la costa Ártabra, como en Cedeira pueden verse estas raras formaciones ofiolítcas formando bandas sinuosas. En este caso están en la base al monumento a la mujer del marinero:
Aquí podemos observar una muestra de una Peridotita:
Para observar las formaciones geológicas de esta costa desde tierra firme, la Ruta de los Miradoiros de la Sierra Ártabra es lo más adecuado, empezando por el mirador de Chao do Monte:
Desde allí puede contemplarse el pueblo de San Andrés de Teixido (de visita imprescindible) y desde donde parte un camino hacia la playa de Teixido, famosa por ser la playa de "arena" negra de origen NO volcánico. También en los muros del pueblo pueden verse muestras de las diferentes rocas de toda esta zona, como se ve en esta foto:
En sus proximidades hay un conjunto de formaciones rocosas procedentes del manto que se conocen como "el bosque petrificado", a las que se accede desde un camino que baja desde el mirador . Sus formas recuerdan las cortezas de árboles y son de grandes dimensiones, como se ve en la foto:
Siguiendo estos miradores pueden verse las diferentes formaciones geológicas de este complejo del Cabo Ortegal. En algunos de ellos se ven directamente los afloramientos de rocas volcánicas (en este caso peridotitas del manto), como en este Mirador del Cruceiro de Teixedelo:
El relieve y la geomorfología resultante son muy raros de ver y tremendamente singulares.
Aquí podemos ver una Granulita típica del Cabo Ortegal, en este caso una Eclogita:
Pero sin duda es desde el mar, haciendo un recorrido por barco, desde dónde mejor pueden verse todas estas formaciones. Existen desde hace algún tiempo
Rutas Geológicas guiadas por el geólogo Francisco Canosa, que partiendo en pequeños grupos desde Cedeira, nos permiten conocer detalladamente los complejos orígenes y los procesos de formación de estas antiguas rocas.
No siempre son posibles por el estado de la mar, que puede limitar estas visitas, por lo que es aconsejable concertarlas previamente y siempre quedan sujetas al estado de la mar.
Por todo ello y por la gran belleza paisajística de sus rías y acantilados, y pueblos de visita imperdonable como San Andrés de Teixido, la Costa Ártabra está sobrada de motivos para visitarla y repetir. No os la perdáis!