Salas de la Ribera alberga una extraña riqueza: es un punto donde pueden verse con gran claridad los sedimentos de hace unos 425 millones de años, cuando todo este conjunto formaba parte de un fondo marino de plataforma continental. Allí unos pequeños organismos flotantes llamados graptolitos vivían en grandes concentraciones y se desplazaban por medio de las corrientes marinas. En este punto de la carretera y en todo su entorno podemos encontrar grandes acúmulos de un grapto típico de un periodo del Silúrico, el Homeriense, llamado Colonograptus deubeli. Pero lo que hace único este yacimiento es la gran cantidad de organismos fosilizados y la propiedad, extremadamente rara, de formar colonias: son los Sinrhabdosomas (foto de abajo). Por todo ello hace muchos años que se solicitó Bien de Interés Cultural (BIC) a la Junta de Castilla y León.
Por desgracia unas obras en el talud de la carretera han estropeado este frente, como podemos ver en esta foto panorámica.
Hace unos años, en 2011 este punto fue objetivo de una excursión de campo de paleontólogos de todo el mundo, guiados hasta aquí por el Prof. Gutiérrez Marco. Aquí pudimos ver la estratigrafía del Silúrico y los pisos con graptolitos y Sinrhabdodsomas.
Lo mismo ocurrió en 2011 con otro grupo de geólogos representantes de las petroleras de todo el mundo, que vino a visitar La Cabrera, Las Médulas y este yacimiento
Y es que Salas guarda muchas sorpresas, algunas de las cuales se han encontrado recientemente, como un artejo y un aguijón de escorpión marino del Silúrico, algo igualmente raro... Después de ésto ¿quién no cuidaría de un yacimiento tan excepcional como éste?
Salas de la Ribera es, junto a los complejos carboníferos de Igueña y Tremor y el devónico marino de La Barosa, el buque insignia de los yacimientos paleontológicos bercianos. Es además nuestro símbolo y carátula. El sinrhabdosoma es ya una seña de identidad del Bierzo, se lo ha ganado a pulso!