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viernes, 1 de abril de 2022

LOS CRINOIDEOS DEL DEVÓNICO BABIANO

Entorno a los 90 millones de años, allá por el periodo Devónico, mares cálidos y poco profundos cubrían gran parte de la península Ibérica. Este periodo es precisamente uno de los más ricos en fauna marina, que estaba compuesta de muchos tipos de invertebrados, muchos de los cuales se han conservado hasta la actualidad. Gran parte de Babia estaba compuesta por un antiguo atolón marino, que debido a las deformaciones orogénicas se ha transformado con el paso de millones de años en parte de la cordillera Cantábrica, formando parte de la cabecera del Alto Sil.

 

Estos fondos marinos eran una auténtica pradera de un tipo de equinoideos llamados CRINOIDEOS.  Estos seres que recuerdan a estructuras vegetales, pero que son animales tienen un largo pedúnculo articulado con el que se anclan al fondo marino y en el extremo superior acaban formando un cáliz: son lo que los antiguos paleontólogos llamaron "lirios de mar".

Este es el cáliz de COROCRINUS , que es un cáliz bastante grande del que parte el aparato braquial.

Como en todos los equinodermos el cáliz tiene simetría pentameral con 5 brazos o radios separados por interradios. las estructuras que suelen estar mejor conservadas son los pedúnculos (generalmente como artejos sueltos) y los cálices. En este BABIACRINITES podemos ver la forma en piña característica y las placas basales y braquiales que lo recubren:


En la base del cáliz podemos ver donde se inserta el pedúnculo:


A veces las placas basales son más anchas en otros géneros como CODIACRINUS:


En otros casos las placas basales del cáliz le dan  forma de jarrón como en PTYCHOCRINUS:


Otras veces la morfología del cáliz está aplastada y deformada, apareciendo un conjunto de placas y artejos de difícil identificación:


Los largos tallos compuestos por anillos articulados cuyo centro está vacío se encuentran con frecuencia desperdigados y fragmentados:


Según su morfología también puede conocerse la especie a la que pertenecen, ya que encontrar un cáliz es algo infrecuente. A veces podemos encontrar el molde externo (huella) de un cáliz directamente sobre los sedimentos marinos del Devónico, como se muestra a continuación: