Este mes de Septiembre continuamos con los Graptolitos, esta vez pertenecientes a un periodo geológico más antiguo, el Ordovícico. Recordemos que es un periodo geológico en el que la mayoría de los continentes estaban situados en el hemisferio sur formando parte de un macrocontinente llamado Gondwana.

Los océanos dominaban el planeta y albergaban muchas y variadas formas de vida. Entre ellas unos organismos muy abundantes con hábitos de vida planctónicos, que se movían en grandes masas al albur de las corrientes marinas. Estos Graptolitos eran ya muy abundantes en el Ordovícico y uno de los más característicos es precisamente Didymograptus murchisoni.
Este graptolito tiene típicamente dos estipes que se unen por la parte superior en forma de pinza de depilar. Hacia el interior es donde se albergan los organismos que lo componen, ya que se trata de un organismo colonial.